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Conceptos Astronómicos Básicos

Nuestro Sistema Solar

En la entrega anterior fue mi intención comenzar a esbozar que la división que tanto en metodología como en la visión del Universo, tienen la Astronomía y la Astrología son un caso particular de dos posturas diferenciadas y, en principio, aparentemente irreconciliables que fue adoptando la confluencia del hombre con el Universo: las de la religión y el esoterismo -o las llamadas “ciencias ocultas”- por un lado, ligadas a la percepción profunda de unidad entre el hombre y el cosmos; y, por otro lado, la de las llamadas ciencias académicas, basadas en la razón, la duda sistemática y la experimentación. 
Asimismo expresé que no sólo creo que son dos caras de un mismo tema, sino que ambas se dan sustento y se entrelazan a lo largo de toda su historia, más de lo que suponemos. No sólo no entran en contradicción sino que el conocimiento de una de las caras permite una mejor comprensión de la otra. 
Vimos, asimismo, lo profundamente ligadas que están ambas en las consideraciones acerca de lo que es el tiempo y el espacio. Por último hicimos una breve reseña histórica acerca de la historia de esta división y los cambios de concepción acerca del Universo que dieron comienzo a la era moderna. Llegamos a la enunciación de las Leyes de Kepler acerca del movimiento planetario y la generalización que hizo Newton de estas leyes dentro de la Ley de Gravitación Universal. 
Por otra parte vimos cómo la revolución generada por Kepler, Copérnico, Newton y Galileo, entre otros, hicieron cambiar la concepción que en la antigüedad se tenía acerca del Universo desde el pensamiento establecido. Estos temas son también parte de la materia prima de nuestra práctica astrológica. 
La intención de esta segunda entrega es interiorizarnos en cuestiones astronómicas básicas, haciendo hincapié en lo necesario para complementar el punto de vista de quienes nos dedicamos a la astrología. 


CONCEPTOS ASTRONOMICOS BASICOS. 

1) LAS GALAXIAS: NUESTRA VIA LACTEA 

Si pudiéramos realizar una primera aproximación a la vastedad del Universo encontraríamos que, entre los enormes espacios de vacío y tenue materia interestelar, los elementos esenciales del mismo lo constituyen lasgalaxias . Estas consisten en agrupamientos de enormes cantidades de estrellas . El número de galaxias existentes en el Universo observado por el hombre supera los diez mil millones. A su vez, cada una de estas galaxias está formada por decenas de miles de millones de estrellas o “soles”. 
La galaxia en la que se encuentra nuestro Sistema Solar es la denominada Vía Láctea , que es una típica galaxia en forma de espiral. Vale aclarar que todo lo que interesa a las consideraciones astrológicas se encuentra dentro de la Vía Láctea, tanto nuestro Sistema Solar como las Constelaciones Zodiacales. Para tener una idea de las distancias entre galaxias, la más próxima a la nuestra es la de Andrómeda, ubicada a 2 millones de años luz de la Tierra. (Aclaramos que el año luz es la distancia recorrida por la luz en un año: 9,463 billones de kilómetros.)

2) PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LA VIA LACTEA 

Habíamos dicho que la Vía Láctea es una típica galaxia en forma de espiral. Cada estrella que la forma se puede considerar como una unidad con movimientos propios controlados por la atracción que ejerce el centro de la galaxia y, en menor grado, por sus estrellas vecinas. Es decir que, entre otros movimientos, las estrellas (obviamente el Sol también) giran alrededor del centro de la galaxia en órbitas elípticas . Por lo tanto, la galaxia no rota en forma compacta, pues las estrellas cercanas al centro giran más rápidamente. Visto desde nuestro sistema solar, el centro de la Vía Láctea se encuentra en dirección a la constelación de Sagitario. 

Objetos que conforman nuestra galaxia:

  • Estrellas de distinto tipo: Simples, binarias o dobles, pulsantes, novas, supernovas, etc.
  • Cúmulos globulares: Agrupaciones con miles de estrellas. Las estrellas suelen orbitar alrededor del centro de gravedad del cúmulo. Hay alrededor de doscientos en nuestra Vía Láctea.
  • Cúmulos estelares: Agrupaciones de entre 20 y 1.000 estrellas. Hay observados varios cientos de ellos.
  • Nebulosas galácticas: Nubes de gas de distinto tipo.
  • Materia interestelar: Gases y polvo interestelar.
  • Pulsares y agujeros negros , etc.
  • Planetas: Es interesante señalar que, hasta hace poco tiempo, no se sabía de la existencia de otros planetas fuera del Sistema Solar. La principal dificultad radica en la limitación de los instrumentos para detectar objetos del tamaño de un planeta alrededor de una estrella. Sin embargo, con los avances en la construcción de instrumental astronómico, se han inferido en la última década la presencia de más de una decena de planetas en estrellas próximas . El fenómeno “Planeta” parece ser uno más en la inmensidad cósmica.

Otros datos de importancia:

  • Diámetro máximo aproximado: 100.000 años luz eje mayor. 80.000 años luz eje menor.
  • Espesor aproximado: 10.000 años luz.
  • Distancia del Sol al centro de la Vía Láctea: 30.000 años luz.
  • Año cósmico o tiempo de traslación del Sistema Solar alrededor del centro de la galaxia: 200 millones de años.
  • Velocidad de traslación del Sol alrededor del centro de la galaxia: 240 km./seg.
  • Desplazamiento del Sol con relación a su grupo de estrellas vecinas: 19,3 km./seg. hacia la estrella Vega en la constelación de Hércules.
  • Masa: 100 mil millones de veces la del Sistema Solar


EL SISTEMA SOLAR

  1. CONCEPTOS GENERALES


El Sistema Solar lo constituyen una diversa cantidad de objetos que tienen al Sol como su centro y componente principal . Aparte del Sol, que es una de las tantas estrellas de la Vía Láctea, el mismo se compone de, al menos, 9 planetas y 60 satélites, miles de asteroides, cometas, meteoritos y nubes de materia o polvo y gas interestelar. Es importante destacar que, salvo el Sol, ninguno de los otros cuerpos posee luz propia. 
Los nueve planetas conocidos giran alrededor del Sol en órbitas elípticas , con el Sol ocupando uno de los focos de cada elipse, pero las excentricidades de todas las órbitas son tan pequeñas que casi parecen circulares, no así las de muchos asteroides y cometas. 

Hagamos aquí un paréntesis para definir la excentricidad de una órbita: Es el grado en que una órbita se aparta de la forma circular. Se calcula dividiendo la distancia focal (del centro al foco de la elipse) sobre el semieje mayor de la misma. De aquí se obtiene un coeficiente que va de cero a uno. Si da cero estamos hablando de una circunferencia y si da uno se trataría de una línea recta. Una excentricidad de 0,1 ya nos da una diferencia notable entre afelio (máximo alejamiento al Sol) y perihelio (máximo acercamiento). 

Todas las órbitas se hallan en el mismo plano, o muy cerca, y todos los planetas efectúan su traslación en torno del Sol en sentido contrario al movimiento de las manecillas del reloj mirando desde el Norte 
La rotación de los planetas, menos dos de ellos, y la revolución de la mayoría de los satélites alrededor de los planetas, se realiza en el mismo sentido contrario a las manecillas del reloj (en astronomía el término rotación siempre hará referencia al movimiento angular de un cuerpo sobre su propio eje). 

Los asteroides se mueven alrededor del Sol en el mismo sentido que los planetas, sus órbitas ofrecen una amplia variedad en las inclinaciones de sus planos orbitales y en la excentricidad. 
Los cometas meteoros muestran aún menos uniformidad de movimientos que los asteroides. Sus órbitas son tan excéntricas que pueden estar muy cerca del Sol en el perihelio y mucho más lejos que el planeta más lejano conocido, en el afelio. Sus órbitas se hallan inclinadas respecto al plano de la órbita de la Tierra, y en casi todos los ángulos que se puedan concebir, y hasta el sentido del movimiento de muchos de ellos es contrario a la dirección del movimiento de los planetas. 

Los orígenes del Sistema Solar: 

Toda esta mecánica, de configuración tan ajustada, tenía que haber surgido originariamente de una misma materia, en un acto único, por medio de un proceso común . Ya en el siglo XVIII Pierre Simon de Laplace(1749-1827) había concebido la hipótesis del origen del Sistema Solar a partir de una nube primitiva que comenzó a girar y a desprender anillos de su centro que posteriormente formaron los planetas. Actualmente se sigue adoptando la hipótesis de Laplace pero con algunas variantes. Se supone la existencia de una nube primitiva a la que alguna explosión de una estrella cercana (supernova) hizo que se desestabilizara alguna porción de materia que comenzó a girar y contraerse por colapso gravitacional. Los gases más ligeros se reunieron en una especie de núcleo y por posteriores reacciones de fusión dieron nacimiento al Sol. A su alrededor la temperatura decrecía del centro a la periferia. Aquí estaban los materiales que por posteriores procesos de acumulación y colisión dieron origen a planetoides que formaron a los actuales planetas. Se supone que los asteroides y meteoros son restos de este proceso y que no llegaron a conformar ningún planeta.

El cálculo que se hizo por métodos radioactivos de la edad de los meteoritos da el mismo número que la edad calculada para la Tierra: 4.500 millones de años . Por eso se supone que el Sistema Solar se inició hace4.600 a 4.700 millones de años atrás. Para el Universo se calcula una edad de inicio de los 13.000 millones de años. 


El orden de los elementos del Sistema Solar: 

Daremos a continuación la secuencia de los distintos elementos del Sistema Solar a partir del Sol. Sólo citaremos aquellos que interesan para la astrología. Se aprovecha la siguiente tabla para colocar las excentricidades de las órbitas. 

NOMBRE TIPO DE ASTRO EXCENTRICIDAD 
SOL ESTRELLA ----- 
MERCURIO PLANETA 0.206 
VENUS PLANETA 0.007 
TIERRA- LUNA PLANETA Y SATELITE 0.017 
MARTE PLANETA 0.093 
ASTEROIDES ASTEROIDES Variable 
JUPITER PLANETA 0.048 
SATURNO PLANETA 0.056 
QUIRON ASTEROIDE 0.379 
URANO PLANETA 0.047 
NEPTUNO PLANETA 0.009 
PLUTON PLANETA 0.249 

Los diámetros de los planetas varían entre los 4878 km. de Mercurio, pasando por los 12.756 km. de la Tierra hasta los 142.800 km. de Júpiter, o sea, 11 veces el de la Tierra. Ceres, el asteroide más grande, tiene un diámetro de 752 km., y el más pequeño que podemos observar tiene solamente de dos a tres kilómetros en su mayor dimensión. Los objetos más pequeños que éstos son muy difíciles de distinguir aún con nuestros actuales telescopios. 

Los cometas son cuerpos de enormes dimensiones, ya que sus colas exceden frecuentemente los 80 millones de kilómetros en longitud, pero son muy difusos, de rarificación extremada y probablemente ninguno de ellos tiene más de una billonésima de la masa de la Tierra. 
Aunque sean pocos los meteoros conocidos que tengan masas rayanas en centenares de toneladas, éstos deben considerarse como asteroides bebés. La gran cantidad de materia meteórica que está circulando alrededor del Sol, parte de la cual la Tierra está barriendo constantemente en su movimiento orbital, está compuesta de partículas sueltas que son insignificantes en tamaño, y pesan entre 3,33 y 0,003 gramos. 

La masa del Sol es unas trescientas mil veces mayor que la de la Tierra y proporciona el control gravitatorio para los movimientos de todos los cuerpos del sistema solar. 
Por tanto, es totalmente lógico que los cuerpos más cercanos al Sol tengan altas velocidades y períodos cortos a fin de compensar la atracción gravitatoria, mientras que los cuerpos más lejanos necesitan mucho mayor tiempo para completar sus órbitas. El año de Mercurio, por ejemplo, es de solamente 88 días de los nuestros, y Plutón requiere casi 250 años de los nuestros para dar la vuelta completa al Sol. Algunos de los cometas con órbitas más alargadas y muy excéntricas tienen períodos tan largos que no pueden determinarse exactamente, pero deben ser del orden de miles o decenas de miles de años de los nuestros.

  1. UN MODELO DEL SISTEMA SOLAR


Al considerar las distancias dentro del Sistema Solar conviene ejemplificar con la distancia media de la Tierra al Sol que es de, aproximadamente, 150 millones de kilómetros u ocho minutos luz (La luz del sol tarda 8 minutos en llegar a la Tierra). Se define a esta distancia como Unidad Astronómica (U.A.) y se la considera un parámetro apropiado para medir distancias en el Sistema Solar. 

A pesar de que el Sistema Solar es relativamente complejo, la fracción del volumen total ocupado por los cuerpos sólidos es pequeñísima en comparación con el espacio que hay entre dichos cuerpos. Un modelo imaginario, a escala, puede hacer comprender mejor las dimensiones relativas del Sistema Solar. 

Supongamos una imagen del Sol que tuviese 100 metros de diámetro, o sea el tamaño aproximado de un estadio de fútbol. Se muestran a continuación los tamaños relativos de los planetas y los diámetros de las órbitas. 

MODELO A ESCALA: SOL DE 100 MTS. DE DIAMETRO 
PLANETA DIAMETRO DISTANCIA 
MERCURIO 35 cm. 4,16 km. 
VENUS 87 cm. 7,75 km. 
TIERRA 92 cm. 10,77 km. 
MARTE 49 cm. 16,37 km. 
ASTEROIDES 3 cm. 30,17 km. 
JUPITER 10,25 m. 55,86 km. 
SATURNO 8,65 m. 102,46 km. 
URANO 3,60 m. 206,07 km. 
NEPTUNO 3,55 m. 322,90 km. 
PLUTON 14 cm. 423,64 km. 

Se ha considerado, en lo consignado en tabla, la ubicación y tamaño promedio de los asteroides. 


Si suponemos este ejemplo con el Sol ubicado en el obelisco de la Capital Federal, Mercurio es una esfera de 35 cm. cuya órbita pasaría, por ejemplo, cerca de Corrientes y Scalabrini Ortiz; la Tierra sería una esfera de menos de 1 metro que pasaría por Liniers, Júpiter una esfera de poco más de 10 metros a la altura de Luján y Plutón sería una esfera de 14 cm. a la altura de Mar del Plata. 

3) CLASIFICACIONES DE LOS PLANETAS 

Si observamos las tablas con el orden de los planetas a partir del Sol, veremos que Mercurio y Venus tienen órbitas menores que la Tierra por situarse entre ésta y la posición del Sol. A estos dos planetas se los llama“planetas interiores” . A los restantes planetas, cuyas órbitas son mayores a las de la Tierra, se los llama“planetas exteriores” 

Por otra parte, a los planetas se los suele clasificar por sus características . Se les llama pequeños o gigantes, rocosos o gaseosos, telúricos (de la familia de la Tierra) o jovianos (de la familia de Júpiter). Se mire por donde se mire, los planetas parecen pertenecer a dos clases. Esta división corresponde a una profunda diferencia de naturaleza, ligada a su modo de formación, a su estructura y evolución:

  • Los primeros, Mercurio, Venus, La Tierra y Marte , son los cuatro más próximos al Sol. Son relativamente pequeños, están formados esencialmente por distintas capas y núcleos metálicos y rocosos, que están rodeados, salvo en el caso de Mercurio, por una delgada envoltura atmosférica. Tienen pocos o no tienen satélites (La Tierra sólo tiene uno y Marte dos muy pequeños).
  • Los segundos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno , están más alejados del Sol. Sus núcleos de roca y hielo (se cree que Urano y Neptuno no los tienen) están envueltos en capas de gases de un espesor comparable o superior al radio del núcleo rocoso (esencialmente hidrógeno y helio en estado líquido y con distintas densidades). A todos los rodea una colección de satélites y anillos. Los anillos de Saturno y, en menor medida, Urano son los más notables; los de Júpiter y Neptuno no son perceptibles aún con instrumental desde la Tierra.
  • Un planeta escapa a esta clasificación: Plutón . Pese a pasearse por una órbita muy externa, parece tener todas las características de un planeta telúrico.

Esperando que esto nos permita un mayor acercamiento y comprensión acerca del funcionamiento de nuestro instrumento de medición del tiempo - el Sistema Solar -, nos vemos en la próxima entrega.